Esta breve introducción a la supervivencia económica marca las lineas fundamentales para la soberanía económica de personas y colectivos.
¿Por qué necesito esta información? Simplemente para que tu vida no dependa totalmente de los caprichos macroeconómicos dictados por multinacionales y Estados que ejercen un control férreo sobre las microeconomías.
¿Pero el Estado siempre me va proteger, no? Votas para darles carta blanca para manejar el dinero común que te exigen en forma de impuestos. Pero no aprendemos la lección: en caso de problemas siempre van a salvar primero sus votados pellejos y los capitales de aquellos intereses a los que sirven (y no, no son los tuyos o los míos). Los países se deben a sus acreedores antes que a la gente común y corriente que somos meros peones en sus planes de apropiación de los recursos. ¿Planeas cobrar una pensión después de tantos años de duro trabajo? Eres libre de creer lo que quieras pero es inteligente tener un plan B.
¿Es factible un crisis aún mayor? Tras la falsa sensación de seguridad que nos produce vivir en un país "desarrollado" nos suenan algo lejanas las hambrunas y la miseria, a pesar de ser algo común para millones de personas en este mundo. Y, naturalmente, supones que aquí nunca llegaremos a esos extremos. Tenemos escasa memoria histórica pero nuestro período de vida es demasiado corto como para desperdiciarlo confiando en que un ente voluble como es un Estado vaya a procurar que en toda circunstancia vivamos felizmente protegidas de toda adversidad.
No vamos a hacer política-ficción. No es necesario. Observa el mundo a tu alrededor y verás que vivimos continuamente al límite y esto no es nada nuevo. Ahora tenemos, por ejemplo, a dos superpotencias lanzándose puyas: USA y China. Y la enésima crisis del petroleo, ese recurso tan limitado del que USA todavía quiere asegurarse el control ya sea en Venezuela o en Iraq. En medio estamos la gente. Millones de personas cuyas vidas se verán afectadas de una forma u otra por cualquier movimiento macroeconómico y militar.
Dejémonos de tonterías. Que nuestras vidas dependan totalmente de la locura de una élite poderosa y su corte de Estados no es el plan más inteligente.
Necesitamos urgentemente ser conscientes de nuestras posibilidades de supervivencia y tomar cartas en el asunto ahora mismo.
Necesitamos tejer redes solidarias de cooperación, ayuda mutua y economía circular independiente de los Estados, sus redes de control económico y las cadenas de su dinero.
1) Forma parte de un grupo de consumo consciente, de prosumidoras, de gente que intercambia y aporta. Pasa todo lo que puedas de multinacionales y macrodistribuidoras comerciales. Potencia la economía local. Intercambia. Recicla. Sé consciente de tus necesidades básicas y no caigas en la trampa del consumismo.
2) Proponte seriamente disponer de un terreno. Tal vez ahora no pienses en cultivar tu propia comida pero te sugiero que, al menos, vayas practicando.
3) En la medida de lo posible disponte a conquistar el mayor grado de soberanía energética posible. Puedes comenzar por formar parte de una cooperativa energética. Pero, sobre todo, en la medida de lo posible, trata de generar la energía que necesites, individualmente o cooperativamente.
4) Mantén al menos una parte de tus ahorros en monedas no controladas por Estados.
Vamos a centrarnos en este último punto porque quizá es el que no veas tan claro.
Si tienes todos tus ahorros en un banco, estás jodida. Ese dinero no lo controlas tú. En caso de crisis, el gobierno puede restringirte el acceso, bloquearlo o confiscarlo. Dinero en el banco, no es dinero tuyo.
Hay dos tipos de dinero que no pueden controlar: las monedas sociales y las criptomonedas.
Monedas sociales son monedas locales, usadas por diferentes comunidades. Explora las posibilidades en tu entorno. Con una moneda social potencias la economía local y siempre podrás establecer relaciones económicas con la comunidad que usa esa moneda, incluso en caso de crisis económicas.
Las criptomonedas son un mundo nuevo. La primera vez en la historia en que se ha roto el control férreo de los Estados sobre el dinero fue la aparición de Bitcoin. Esta es una criptomoneda libre. Su valor fluctúa de acuerdo con la oferta y la demanda pero si tienes Bitcoin, son tuyos y de nadie más. Bitcoin se utiliza sobre todo como una especie de reserva de valor. Es dinero finito, solo habrá 21 millones de unidades circulantes. Es bastante probable que su valor aumente con el tiempo. Si puedes guardar parte de tus ahorros en Bitcoin u otra criptomoneda bien establecida dispondrás de un valor más seguro que un plan de pensiones.
De acuerdo, este no es el discurso que te lanzará el director del banco de la esquina. Pero piénsalo: un plan de pensiones es un dinero que le das al banco para que especule con él. Un plan de pensiones es una inversión muy poco segura. Depende de inversiones de las que no tienes ni idea. Te sorprenderá saber que un porcentaje muy elevado de planes de pensiones pierden dinero. Ups, eso no es lo que ponía el folleto.
No formes parte de esa mierda a no ser que quieras que ganen los de siempre especulando con alimentos, armas y mil formas de explotación que no te gustaría conocer y, de hecho, nunca conocerás.
Tener una parte de tus ahorros en forma de criptomonedas es más fácil de lo que crees. Simplemente instálate un monedero (por ejemplo el de Coinomi que te permite tener una amplia variedad de monedas electrónicas distintas bajo tu absoluto control). Basta con que tengas la sencilla habilidad de guardar de forma segura una serie de palabras que son la semilla criptográfica de ese monedero.
Cambiar algunos dólares o euros por criptomonedas es sumamente fácil. Simplemente evita hacerlo en casas de cambio que te exigen identificación porque entonces puede que tu gobierno acabe queriendo su parte del pastel. Si necesitas orientación puedes contactar con la gente que hacemos Komun a través de Telegram: komun_es (castellano) komun_en (inglés) o komun_eo (esperanto).
Algunas criptomonedas interesantes: Bitcoin, Bitcoin Cash, Litecoin, Ethereum, Dash, Digibyte, Miriad, Monero.
Todo capital que puedas ahorrar en alguna de esas criptomonedas será un dinero bien ahorrado que podrás hacer servir aunque gran parte del mundo se derrumbe a tu alrededor. Simplemente que sea esa parte que puedes permitirte ahorrar. Y deja de fiarte tanto de la directora de tu banco, o terminarás invirtiendo en su siguiente estafa.
Con estos 4 puntos empezarás a experimentar tu propia soberanía económica.
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